A/HRC/33/42/Add.2
gente de Río Blanco por lo que ellos mismos serían los responsables de “cualquier cosa que
les pase” y que debían atenerse a las consecuencias.
25.
El 30 de noviembre de 2015, cuando la Sra. Cáceres y otros integrantes de COPINH
se dirigían en dos autobuses hacia San Francisco de Ojuera para realizar una manifestación
pacífica y reunirse con el alcalde local, fueron detenidos y registrados por la policía. Al
llegar a su destino, fueron interceptados por varios trabajadores municipales armados con
machetes y armas cortas que empezaron a lanzarles piedras y, en referencia a la Sra.
Cáceres, dijeron que “esta es la vieja puta que hay que matar”. Uno de los hombres
armados estuvo cerca de apuñalar en el tórax a la Sra. Cáceres. Estos hechos se dieron ante
la presencia de agentes policiales y militares.
26.
En febrero de 2016, la Sra. Cáceres fue amenazada y hostigada por un agente de
policía durante un desalojo forzoso de 50 familias afiliadas al COPINH efectuado por
policías y militares en Jarcia, Guinse, Intibucá. El agente le indicó que las fuerzas de
seguridad no respondían por ella si le sucedía algo. En la mañana del 2 de marzo de 2016,
horas antes del asesinato de Berta Cáceres, el jefe de seguridad de DESA junto con otras
personas fueron vistos en un vehículo en Siguatepeque, donde se refirieron a ella con
insultos, para dirigirse después hacia La Esperanza, donde vivía la Sra. Cáceres c. En la
madrugada del 3 de marzo de 2016, Berta Cáceres fue asesinada por personas armadas que
entraron a su hogar y le dispararon causándole la muerte.
27.
De acuerdo con información recibida, tras el asesinato de Berta Cáceres, miembros
de COPINH y Río Blanco continuaron siendo víctimas de amenazas, hostigamientos y
agresiones por parte de personas afines al proyecto y miembros de la seguridad privada de
DESA. En abril de 2016, durante un encuentro internacional en honor a Berta Cáceres,
integrantes de COPINH y de organizaciones nacionales e internacionales que acababan de
participar en una ceremonia cultural a orillas del río Gualcarque y se dirigían hacia sus
vehículos en San Francisco de Ojuera fueron emboscados por un grupo de empleados y
personas afines al proyecto en evidente estado de ebriedad que les golpearon con palos y
piedras. Diez personas resultaron heridas entre ellas niños y personas extranjeras. Según la
información, los agresores mencionaron haber matado a la Sra. Cáceres y en referencia al
actual coordinador de COPINH, Tomás Gómez, habrían gritado “ataquémoslo, él es el que
ha quedado”. Asimismo, habrían amenazado a otros dirigentes de COPINH. Todos estos
hechos ocurrieron con la tolerancia de efectivos policiales y militares que estuvieron
presentes. Se informó de que entre los agresores se encontraba un sicario con antecedentes
criminales por homicidio y que anteriormente había amenazado de muerte a la Sra. Cáceres
y a otros miembros de COPINH.d
28.
Doce días después de la muerte de Berta Cáceres, fue asesinado otro dirigente de
COPINH. El 15 de marzo de 2016, Nelson Noé García fue asesinado por dos personas
desconocidas luego de haber participado en acciones de apoyo a favor de la comunidad
lenca de Río Chiquito, departamento de Cortés, que ese día había sido desalojada
forzosamente por efectivos de la fuerza pública. Este hecho es particularmente preocupante
debido a que, tras el asesinato de Berta Cáceres, los miembros de COPINH, junto con los
familiares de la Sra. Cáceres y el único testigo del crimen, Gustavo Castro, son
beneficiarios de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) que ordenan al Estado hondureño garantizar su vida e integridad
personal. En el caso de COPINH, las medidas cautelares fueron otorgadas debido al grave
riesgo que corren sus miembros por su labor de defensa de los derechos del pueblo lenca
c
d
GE.16-12632
Informe de la Misión Internacional “Justicia para Berta Cáceres Flores”, (marzo de 2016), Anexo 2.
Estos hechos han sido objeto de una comunicación conjunta de los procedimientos especiales con
fecha de 27/05/2016.
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