Finalmente, respecto de las personas apátridas, la migración, a menudo forzada, pone
en riesgo en la región a numerosas personas, especialmente a niños y niñas, de llegar
a serlo, al no contar con un registro de nacimiento. También hay casos de apatridia por
la situación de los hijos de nacionales nacidos en el extranjero. La Comisión
Interamericana considera que “las situaciones de apatridia en las Américas son
excepcionales gracias a la aplicación combinada del principio de ius soli y del principio
de ius sanguinis en la mayoría de los Estados Miembros de la OEA. No obstante
–añade-, como se señala en la Declaración de Brasil, subsisten vacíos legislativos y
omisiones en la práctica estatal a nivel regional para prevenir la apatridia.” Por último,
otro serio problema que advierte la Comisión Interamericana se refiere a leyes sobre
nacionalidad en algunos países que no reconocen la igualdad de las mujeres en
relación con los hombres para el otorgamiento de la nacionalidad a sus hijos.